Evaluación COMPARATIVA DEL PROGRAMA ENERGÍAS LIMPIAS EN TEXAS: ¿CÓMO CALIFICA LA COMPAÑÍA QUE LE PROVEE ELECTRICIDAD?
¿Cómo se genera la electricidad en Texas?

Las cinco fuentes principales de electricidad en Texas son: plantas eléctricas que queman gas natural, las que queman carbón, los parques eólicos, las plantas nucleares y las solares. La energía producida usando el sol o el viento suele llamarse energía renovable o verde, mientras que la energía que utiliza carbón, gas natural o sistemas nucleares se denomina energía no renovable. Por muchos años, las plantas de gas natural, carbón y nucleares producían la mayoría de la electricidad en Texas. Hoy en día, el orden es: gas natural, energía eólica y luego carbón, pero para fines del año entrante la energía solar reemplazará a las plantas de carbón.

 

 

2021 Energy Yse

 

La demanda actual.  

 

Texas consume más electricidad que cualquier otro estado en el país.  La demanda sigue ampliándose debido al aumento en la población y el crecimiento económico. Entre el 2018 y el 2022, la población aumento por un 5% mientras que el consumo de electricidad aumentó por un 11%. Esto dio lugar a que la red de ERCOT viera un aumento en la demanda pico de un 9%. Se pronostica que estos récords seguirán batiéndose. Durante el verano del 2023, específicamente el 10 de agosto, la demanda pico llegó a ser 85.435 MW, o sea 5000 MW que el año anterior o un aumento del 7%. La demanda vista en enero del 2023 también batió récords. Los cambios climatológicos con los extremos que estos implican causan que la demanda energética en Texas siga creciendo y el temor es que se repitan los apagones vistos en el 2021 durante la tormenta Uri vuelvan a repetirse. 

 

Los nuevos récords de consumo vistos en agosto del 2023 según ERCOT

La demanda máxima antes vista sucedió el 2 de agosto del 2022 y fue de 78.465 MWs 

 

Mes Demanda en MW
1 de agosto 83,593*
7 de agosto 83,854*
9 de agosto 83,961*
10 de agosto 85,435*

 

Gas natural. En los EE.UU., Texas es el productor más grande de gas natural y gran parte de esa producción la utilizan centrales de energía para generar electricidad. De hecho, en el 2022 cerca del 43% de la electricidad la red de ERCOT provino del gas y en las otras redes estatales, el gas también juega un papel importante en la producción de electricidad. De hecho, la empresa Entergy apenas anunció que no obstante la oposición que existe en ciertos sectores de la comunidad, piensa construir una planta eléctrica gigantesca en el condado de Orange que utilizará gas como su fuente de energía y el permiso de proceder ya se emitió. El gas puede emplearse tanto en plantas que generan electricidad en horas “punta” o “pico”, las cuales solo operan cuando la demanda es alta, como en plantas con grandes máquinas de vapor o de ciclo combinado, que usan máquinas en combinación con turbinas, y suelen operar en una forma más continua que las plantas de uso pico. De hecho, en el 2022, estas plantas de generación aportaron el 7% de la luz consumida dentro de la red de ERCOT durante las horas pico, mientras que las de ciclo combinado aportaron el 35%.  Se debe reconocer que el gas natural ha permitido que las luces no se apaguen en Texas, pero a la vez la extracción y el transporte, así como su uso como combustible, puede perjudicar tanto la salud como el medio ambiente. 

 

Aunque el número de plantas más viejas de ciclo único que consumen gas ha disminuido tras su retiro, unas cuantas nuevas centrales de ciclo combinado ahora están operando, al igual que un número más reducido de nuevas plantas que utilizan la nueva tecnología de motores recíprocos. Éstas suelen ser más pequeñas es más fácil encenderlas y apagarlas lo cual ayuda durante las épocas de alta demanda.

 

Combined-Cycle Plant Capacity by Year

 

Nota: Las cifras para el 2022 incluyen proyectos con acuerdos de interconexión ya firmados, pero es posible que algunos no se lleguen a construir.

 

Natural Gas Simple Cycle  

El carbón. Por varias décadas, un combustible importante en la generación de electricidad en Texas fue el carbón. De hecho, hace unos 10 años, ya que unas empresas importantes lo solicitaron, se estudió la posibilidad de aumentar el número de plantas eléctricas que utilizasen carbón como combustible y, de hecho, se construyeron algunas.  Pero últimamente el porcentaje de este tipo de planta ha disminuido sustancialmente. El carbón que se consume en Texas proviene de dos yacimientos. Uno se encuentra en el nororiente del estado y se denomina lignito texano. El otro está en la cuenca del río Powder en el estado de Wyoming. Las centrales eléctricas basadas en el uso de carbón producen cantidades mayores de contaminantes del aire y miles de toneladas de cenizas de carbón, que contienen plomo, mercurio y metales pesados. Estas centrales también emiten mucho más dióxido de azufre, óxido de nitrógeno y dióxido de carbón que cualquier otra industria en Texas. El mercurio que éstas producen contamina el agua y el suelo y con el tiempo perjudica a las especies acuáticas, como los peces. Aunque en el pasado hubo un total de 19 plantas eléctricas que quemaban carbón, pero hoy solo operan 12. En el 2018, tres de estas plantas ubicadas en el noreste del estado más una en San Antonio, se cerraron.  La planta ubicada en Gibbons Creek se deshabilitó y clausuró indefinidamente en el 2019 y la desmantelaron en el 2021. La planta Oklaunion ubicada en el norte del estado se cerró en el 2020 y se ha desmatelado. También, en el 2023, SWEPCO cerró la planta de Pirkey que había operado por 38 años. El carbón. Por varias décadas, un combustible importante en la generación de electricidad en Texas fue el carbón. De hecho, hace unos 10 años, ya que unas empresas importantes lo solicitaron, se estudió la posibilidad de aumentar el número de plantas eléctricas que utilizasen carbón como combustible y, de hecho, se construyeron algunas.  Pero últimamente el porcentaje de este tipo de planta ha disminuido sustancialmente. El carbón que se consume en Texas proviene de dos yacimientos. Uno se encuentra en el nororiente del estado y se denomina lignito texano. El otro está en la cuenca del río Powder en el estado de Wyoming. Las centrales eléctricas basadas en el uso de carbón producen cantidades mayores de contaminantes del aire y miles de toneladas de cenizas de carbón, que contienen plomo, mercurio y metales pesados. Estas centrales también emiten mucho más dióxido de azufre, óxido de nitrógeno y dióxido de carbón que cualquier otra industria en Texas. El mercurio que éstas producen contamina el agua y el suelo y con el tiempo perjudica a las especies acuáticas, como los peces. Aunque en el pasado hubo un total de 19 plantas eléctricas que quemaban carbón, para fines del 2020 solo 13 estaban operando. En el 2018, tres de estas plantas ubicadas en el noreste del estado más una en San Antonio, se cerraron. La planta ubicada en Gibbons Creek se deshabilitó y clausuró en el 2019 y la desmantelaron en el 2021. En el 2022 solo el 17% de la electricidad disponible en la red de ERCOT se generó utilizando el carbón y se espera que esto siga reduciéndose. 

 

Hoy en día, no se está invirtiendo en la construcción de nuevas plantas eléctricas que consumen carbón y la mayoría de los expertos en el campo de la energía pronostican que a raíz de los cambios económicos, las nuevas normas ambientales aplicadas por la dependencia federal EPA y el hecho que el consumidor exige fuentes de energía más limpias, muchas de las compañías de luz cerrarán aún más plantas de carbón tanto dentro como fuera de la red de ERCOT. De hecho, la empresa SWEPCO anunció que piensa cerrar dos de las plantas que queman carbón que operan en el noreste de Texas. La planta en Pirkey se cerró en el 2023 y la ubicada en Welsh se cerrará en el 2028. También la compañía SPS que es parte de Xcel Energy, anunció que, dada la orden emitida por la Comisión de Calidad Ambiental de Texas, la planta eléctrica ubicada en la central de Harrington, cerca de Amarillo se convertirá en una planta de gas natural debido a que el carbón que se quemaba emitía demasiado azufre y que dejará de operar la planta de carbón antes de completarse el 2025. A la vez anunciaron que para el 2028 esperan cerrar la planta Tolk. Adicionalmente, a fines del 2020, la empresa Vistra Energy informó que dado los nuevos controles impuestos con respecto a la emisión de ceniza de carbón cerrará una de las plantas ubicadas en la cuenca de Coleto Creek, entre los pueblos de Goliad y Victoria para el 2027 debido a que le sería demasiado caro cumplir con los controles sobre la emisión de cenizas de carbón. Adicionalmente, la entidad municipal Austin Energy está negociando con la dependencia estatal the Lower Rio Colorado River Authority para cerrar una de las tres plantas que estas operan, pero aún no han llegado a un acuerdo. O sea, que para fines del 2028 por los menos cuatro otras plantas de carbón dejarán de operar o se convertirán a plantas que queman gas natural.

 

El viento. Texas cuenta con más aerogeneradores y energía eólica que cualquier otro estado en el país. Texas cuenta con dos zonas apropiadas para la producción eólica, una en los llanos occidentales donde el viento suele soplar más de noche y durante la primavera y el otoño y otra en el litoral del sur de Texas donde el viento sopla más de día. En 1999, cuando se aprobó la ley de desregulación de la industria eléctrica, se impuso el requisito que en el futuro un pequeño porcentaje de la electricidad debería generarse utilizando fuentes renovables, como el sol y el viento. Esto se amplió en el 2005, cuando la legislatura estatal fijó la meta de que para el 2015 deberían generarse por lo menos 5800 MW (megavatios) anuales y que para el 2025, tenía que ser 10.000 MW. Pero estas metas ya se han superado y para el 2020 la red de ERCOT tenía disponible más de 25.000 MW y la de Southwest Power Pool proporcionaba otra cantidad adicional, es decir que el sistema estatal dispone de más de 30.000 MW de energía eólica. Se calcula que, para fines del 2023, la red de ERCOT tendrá casi 39.000 MW disponible.

 

El 10 de abril del 2022, la producción eólica alcanzó una taza de penetración récord aportando el 69,15% de la demanda. El día 29 de mayo del mismo año se estableció un nuevo récord de generación de energía eólico, produciéndose 27.044 MW en una hora. 

 

Aunque en varias partes del estado los problemas de congestionamiento y falta de líneas de transmisión han restringido inversiones en la generación eólica, el futuro es favorable. Los informes mensuales de ERCOT indican que miles de MW adicionales formarán parte de la red en los próximos años. En el 2020, la producción de energía eólica superó la que se produce con carbón, que antes ocupaba el segundo lugar, y llegó a ser el 22% de la totalidad de electricidad disponible en el estado. Esa cifra aumentó al casi 25% en el 2022. La expectativa es que para el 2023, si la construcción de los aerogeneradores ya programada procede, se aportarán alrededor de 39.101 MW a la red estatal, lo cual resultaría en una producción eólica dos veces mayor a la realizada utilizando carbón.

 Wind Development

 

Energía nuclear. Como en muchos otros estados, durante los años 70 y 80, en Texas se construyeron varias grandes plantas de energía nuclear. Hoy en día, existen dos plantas en el estado. Una, denominada Proyecto del Sur de Texas (STP, por sus siglas en inglés), está ubicada en el condado de Matagorda y los propietarios son: NRG, CPS Energy y Austin Energy. La segunda planta, llamada Comanche Peak, se encuentra cerca del pueblo de Glen Rose, al suroeste de la ciudad de Fort Worth y es propiedad de Vistra Energy. En conjunto estas plantas aportan alrededor del 10% de la electricidad consumida en la red de ERCOT y son las centrales más grandes en el estado. Aun cuando estas plantas forman parte importante de la red de electricidad de Texas, todavía son controvertidas por un número de razones. En primer lugar, los costos de construcción de ambas plantas fueron mucho más de lo presupuestado y tanto por medio de la ley de desregulación como por unos convenios legales, los usuarios tuvieron que pagar los costos irrecuperables. En segundo lugar, estas centrales consumen muchísima agua y en tiempos de sequía esto implica un reto mayor. En tercer lugar, aún existe el temor de que ocurra una fuga accidental de los desperdicios radioactivos y otros componentes tóxicos producidos por estas plantas pudiendo contaminar comunidades cercanas. Todavía no se sabe cómo eliminar o destruir estos residuos de manera segura, así que actualmente se almacenan dentro de las instalaciones porque aún no existen vertederos autorizados para recibirlos. Durante los últimos años, se ha planteado la idea de construir nuevas plantas nucleares; sin embargo, debido a los altos costos iniciales, ninguna de estas propuestas se ha aceptado. Dos proyectos que se están estudiando proponen establecer unos vertederos de residuos radiactivos de alta actividad en una zona que abarca la región occidental de Texas y oriental de Nuevo México. A Sierra Club le preocupa seriamente estas propuestas porque implicarían que miles de toneladas de residuos radioactivos estarían viajando sobre las carreteras y rieles ferroviarios del estado. Además, existen varias demandas legales en contra de la construcción estos vertedores que tardarán años en tramitarse.

 

Recientemente se han visto avances en tecnología que permitirían la construcción de plantas nucleares más pequeña.  Dee hecho, la empresa petroquímica, Dow, ha dicho que construirá un reactor nuclear pequeño en una de sus instalaciones texanas. A la vez, los investigadores académicos intentan probar los reactores que utilizan sales fundidas pueden ser económicamente viables y han construido uno en la universidad de Abilene Christian; pero esto aún se tardará varios años. Los que promueven esta nueva tecnología alegan producirá menos residuos, consumirá menos agua, será más seguro y el tamaño podrá escalarse más fácilmente que los reactores de fusión nuclear tradicionales. 

 

La energía solar. La generación de electricidad solar es la más reciente de las tecnologías. Aunque al comienzo la aceptación de esta tecnología fue rezagada, para mediados del 2023 Texas ya ocupa el segundo lugar en capacidad de generación solar y pronto superará a California. En el 2022, el 6% de la electricidad disponible en la red principal de Texas proviene de generación solar y se calcula que en el 2023 esto llegará a ser el 10% y para fines del 2024 será el 20 por ciento. Se ha visto en los últimos años una disminución sustancial en el costo de los materiales; además se dispone actualmente de paneles solares de distintas medidas lo cual facilita su instalación en techos residenciales y comerciales y permite la construcción de centrales solares de escala comercial en áreas rurales. Otra aplicación es la creación de centrales comunitarias, las cuales son de mayor tamaño que las instalación residenciales o comerciales, pero pueden ubicarse más cerca de donde viven los consumidores, permitiéndoles ser propietarios de estas plantas por medio de programas de inversión directa. Hasta hace cinco años, no existían centrales solares de escala comercial en Texas, pero ahora estas centrales contribuyen casi 18.000 MW al suministro de energía eléctrica y se calcula que esta cantidad se duplicará para fines del 2024. El 2 de agosto del 2023, un día sumamente caluroso, la red de ERCOT recibió más de 13.400 MW de energía solar. Otro récord sucedió el 20 de abril cuando casi la tercera parte, o sea el 32,93% de la demanda de energía eléctrica fue satisfecha por los parques solares comerciales. Adicionalmente, los avances vistos en la tecnología de almacenamiento de energía hacen que esta fuente sea aún más valiosa. No obstante estos avances, la importancia de esta fuente de electricidad es cada día mayor.

 

Aparte de las centrales solares comerciales, en Texas se producen alrededor de 2500 MW al año por medio de paneles solares colocados en casas, estacionamientos y centrales que producen menos de 1 MW. No existe ningún requisito que estos sean inscritos como fuente de generación eléctrica. Si se utilizaran todos los techos disponibles, Texas podría generar suficiente electricidad para todo el estado.

 

Solar Growth

 Otras tecnologías

 

El almacenamiento de la energía eléctrica. Los últimos avances en los sistemas de almacenamiento de electricidad, tales como baterías, hacen que muchos esperen que en un futuro próximo la combinación de estos equipos con la generación solar y eólica podría satisfacer la demanda eléctrica de la red. Estas baterías, se parecen a las pilas de su teléfono móvil o computadora, pero de tamaño mucho más grande, podrían almacenar energía en épocas de poca demanda y la liberan cuando hay alta demanda. Imagínese cómo sería si la energía eólica generada de noche en los llanos occidentales de Texas pudiese almacenarse y estar disponible ocho horas más tarde, cuando la demanda es alta. O si la energía solar de medio día se pudiese capturar y luego consumirse después en la noche cuando los trabajadores ya estén de regreso en casa. Por el momento solo existen unos cuantos centros de almacenamiento de escala grande en Texas, incluyendo los que operan las siguientes compañías eléctricas municipales- CPS Energy, Pedernales Electric Cooperative y Austin Energy. Algunas empresas están invirtiendo en baterías que pueden instalarse muy cerca de las centrales solares o los parques eólicos y en otras partes de le red eléctrica. De hecho, en el 2020 se estableció un centro de almacenamiento de energía en baterías gigantesco, con una capacidad de 100 MW cerca de la ciudad de Ft. Worth. Aparte de las baterías, otras tecnologías que se están desarrollando para almacenar electricidad incluyen: sistemas de aire comprimido o CAES por sus siglas en inglés, volantes, plantas de bombas hidráulicas y centros de enfriamiento que usan hielo para almacenar la energía durante la noche para entonces liberarla durante el día. 

 

Aunque hoy el almacenamiento de la energía aún no tiene un papel muy grande, ERCOT calcula que la red ya cuenta con una capacidad de almacenamiento de 3500 MW y esto irá ampliándose en el transcurso de los próximos años. Para fines del 2020, ERCOT solo contaba con baterías suficiente para almacenar 275 MW pero para junio del 2023 se había incrementado a 3298 MW y se espera agregar otros 300 MW de almacenamiento para fines del 2023. Estos aumentos se deben a que el costo de las baterías sigue bajando y la disponibilidad de créditos impositivos que fomentan su uso. Muchas de estos centros de almacenamiento se están construyendo contiguos a las plantas solares de manera que para así poder utilizarlos cuando no hay sol o para equilibrar la integración a la red. Estas baterías también pueden usarse para almacenar la energía eólica producida durante las horas no pico. Encima de todo esto ERCOT ha ampliado los tipos de servicios complementarios que las empresas pueden ofrecer, proporcionándoles otras oportunidades de ganar dinero.

 

Battery Storage  

Recursos de energía distribuida. Toda fuente que se conecte a la red por medio de un sistema de distribución y no por medio de las líneas de transmisión y que aporte electricidad a la red, se califica como una fuente distribuida. Estas pueden incluir fuentes de generación térmica, que son unidades pequeñas que funcionen como generadores de respaldo, ya sea de gas natural o gasóleo, o paneles solares en los techos. Las cifras indican que la red de ERCOT recibe alrededor de 4000 MW de estas fuentes. Hoy todo generador que produzca más de 1 MW y que esté conectado a un distribuidor tiene que inscribirse con ERCOT. La mayoría de estos son sistemas térmicos, centrales solares comunitarias y unos cuantos dispositivos de almacenamiento. ERCOT calcula actualmente hay más de 1000 MW de estos generadores individuales inscritos más otros 400 MW almacenados en baterías. Los que producen menos de 1 MW (como los paneles en los techos de casa o edificios comerciales) no tienen que inscribirse con ERCOT, aunque sí se requiere que las empresas de distribución o transmisión presenten informes trimestrales. Se calcula que, para fines del 2023, los no inscritos aportaron casi 2400 MW. Dado que esto puede impactar el funcionamiento de la red, ERCOT ahora requiere que las distribuidores presenten informes trimestrales sobre la energía aportada por estos generadores independientes, Se calcula que el 90% de estos generadores son sistemas solares de los cuales 80% están instalados en techos particulares.

 

En el 2022, ERCOT y la Comisión de Servicios Públicos de Texas (PUCT) establecieron un proyecto piloto llamado el Recurso de Distribución de Energía Agregada o ADER que reúne hasta 80 MW de la energía de estos generadores o almacenadores pequeños aportan a la red, permitiendo así su participación directa en el mercado y ofrece servicios complementarios. Muchos expertos creen que en el futuro gran parte de la energía que se consumirá provendrá de este tipo de fuente y hasta los llaman plantas energéticas virtuales. 

 

A la vez se está estudiando la posibilidad de que las baterías de los vehículos eléctricos (VE) puedan utilizarse para no solo hacer andar los vehículos sino también aportar energía a la red por medio de un cargador bidireccional. Esto sería un paso importante dado el número de vehículos eléctricos que se están fabricando y vendiendo en Texas. Hoy en día solo existen unos cuantos proyectos pilotos, pero los expertos consideran que esto podría llegar a ser una fuente importante de energía distribuida. Especialmente dado que los vehículos eléctricos no solo obtendrían su carga de la red, sino que también podrían aportarle energía en casos de emergencia o de desestabilización. 

 

El consumo eficiente. Calificar al consumo eficiente como una fuente de electricidad requiere un cambio en perspectiva, pero es importante entender que la forma más rápida, económica y ambiental de aumentar la disponibilidad de energía es reduciendo la cantidad que se consume de la misma. Si además de utilizar bombillos, aires condicionados, secadoras, calentadores de agua, sistemas de calefacción, lavaplatos, bombas de agua y de piscinas y otros electrodomésticos más eficientes, construyésemos edificios más eficientes (con mejor aislamiento, ventanas más seguras y materiales más eficientes) lograríamos reducir la demanda en forma significativa. De hecho, gracias a la implementación de algunas de estas medidas, la demanda per cápita de energía en Texas se ha reducido. En parte, esto se debe a que las leyes y los reglamentos promulgados por la Comisión de Servicios Públicos de Texas exigen a las ocho empresas de propiedad privada operantes en el estado que le ofrezcan a sus clientes programas para poder acceder a nuevos equipos o actualizaciones que consumen menos energía. Como resultado de esta iniciativa, en el 2022 la demanda pico se redujo por 600 MW lo cual produjo una reducción de 700 GWh. Sierra Club y otras organizaciones han abogado ante la Legislatura y la Comisión de Servicios Públicos a favor de la ampliación de los programas de consumo eficiente para así lograr una meta de un (1) por ciento para el 2030. No obstante este cabildeo, la Comisión no ha ampliado estos programas desde el 2011. Pero una ley promulgada en el 2023 sí exige que la Comisión colabore con las compañías de servicios públicos y los proveedores minoristas en la creación de nuevos programas que responden a la demanda residencial. Una investigación recientemente determinó que invertir en estos programas de respuesta a la demanda podría reducir la demanda pico en el verano por unos 14.800 MW y en el invierno la reducción sería de casi 23.500 ahorrándole al consumidor aproximadamente $13 al mes. https:/www.aceee.org/sites/default/files/pdfs/b2023_encrypt_1_1.pdf

 

El hecho que la Ley para la mejora de infraestructura y la Ley para la disminución de la inflación fueron aprobadas, con el apoyo de ambos partidos, deberá hacer que los programas de eficiencia energética sean más accesibles para todos los que residen en Texas en el futuro próximo.

 

Respuestas a la demanda o DR, por sus siglas en inglés: Ésta es otra herramienta para gestionar el consumo de electricidad por medio de acuerdos entre el consumidor (sea residencial o comercial) y la compañía de electricidad, cuales modifican cómo y cuándo el cliente recibe y consume la energía con el fin de modificar su comportamiento y permitir el aprovechamiento de ciertas tecnologías. Ejemplos de este proceso son: la instalación de termostatos “inteligentes” que permiten mantener una temperatura cómoda y al mismo tiempo reducen la demanda durante horas punta, colocándole un controlador al calentador de agua, o modificando las horas durante las cuales las fábricas usan la electricidad. Por medio de estos acuerdos también se puede limitar el uso de otros recursos claves como el gas natural, o acordar la paga de incentivos económicos al consumidor para que no use electricidad durante las horas más caras. Estas herramientas nos permiten evitar la construcción de costosas centrales eléctricas adicionales. 

 

Es difícil medir el uso de esta herramienta en Texas, pero el informe anual de ERCOT incluye cifras que intentan medir los programas de DR en los mercados forman parte de esa red. De acuerdo a este informe, en el 2022 se había contratado el suministro de aproximadamente 900 MW en “servicios de emergencia” para cubrir cualquier falta energética y estos recursos se utilizaron por un plazo de tres horas. También se adquirieron 8300 MW, principalmente de fuentes comerciales, para aumentar la flexibilidad de la respuesta de la red y así permitir que los niveles de frecuencia se mantuvieran dentro de los parámetros aceptables. En el verano del 2022, se utilizaron entre 2300 MW durante las horas mañaneras de julio y agosto y 3176 MW durante los meses primaverales y otoñales. Simultáneamente ERCOT comenzó a incorporar nuevos centros de datos para gestionar la frecuencia de estas reacciones y permitir que algunas de las cargas industriales proporcionasen servicios complementarios adicionales. Durante el verano, las compañías de servicios públicos particulares proporcionaron otros 400 MW de energía en respuesta a la demanda pico por medio de un sistema de precios preferenciales. Similarmente, las entidades municipales y las empresas más grandes suministraron casi 2000 MW de energía como parte de la respuesta a la demanda para evitar los altos costos de transmisión, mientras que las entidades de servicios públicos y los minoristas consumieron una cantidad de energía equivalente para evitar la paga de los precios aplicados a las horas punta. La mayoría de estos programas de respuesta a la demanda se enfocan en las empresas o consumidores más grandes, lo cual no toma en cuenta que durante el verano y el invierno, los aumentos fuertes en la demanda suceden a raíz de los consumidores residenciales y las empresas pequeñas. En Texas, implementar programas de respuesta a la demanda para los consumidores residenciales es clave si deseamos que la red de suministro sea más limpia, confiable y económica. 

 

Hay muchos ejemplos de estos programas para los consumidores residenciales. Uno de ellos es darles más uso a los termostatos inteligentes. Hoy en día existen más de un millón de estos termostatos en los hogares texanos, pero menos del 10% están conectados a un programa de respuesta a la demanda. Esto implica que tanto los dueños de estos termostatos como la sociedad en general no le está sacando provecho a los ahorros que podrían generarse. También hay programas que permiten disminuir el consumo energético de las bombas de agua de las piscinas o de los refrigeradores durante las horas de punta, pero esto también requiere que los consumidores se inscriban en estos programas. Otro ejemplo son los calentadores de agua eléctricos, si se les combina con una bomba calorífica se reduce el monto de energía que estos requieren. Los resultados de las investigaciones con claras, el uso de estos y otros programas de respuesta a la demanda reduciría la demanda punta por varios miles de megavatios.

  

La cogeneración. Texas tiene muchas industrias y un gran número de éstas compran electricidad generada en plantas eléctricas ubicadas en distintas partes del estado. Otras industrias, sin embargo, forman parte de unas redes privadas que generan su propia energía. Algunas de estas plantas utilizan gas natural, pero otras están construyendo plantas de cogeneración. La cogeneración ocurre cuando una planta eléctrica usa gas natural como el combustible inicial pero luego utiliza el calor que se produce para calentar agua para poner a funcionar turbinas de vapor que a su vez producen electricidad adicional. Este uso del calor “residual” previene que se emita a la atmósfera y se convierta en emisiones dañinas al aire. Aparte de estas grandes centrales de cogeneración, se están construyendo plantas de calor y electricidad que suelen ser más pequeñas pero que le suministran tanto calefacción como electricidad a distintas instalaciones industriales y comerciales, por ejemplo- restaurantes, hospitales y locales industriales más pequeños.